CESAVENAY
Maconellicoccus hirsutus (Green) (Hemíptera: Pseudococcidae), es conocida como cochinilla rosada del hibisco (CRH), asociada a más de 300 hospederos de especies vegetales, con más de 85 familias botánicas, limitando su desarrollo y comercialización (OIRSA, 2010).
Dieciséis especies de plantas hospedantes son de alta importancia económica, entre los que destacan aguacate, algodón, frijol, guanábana, guayaba, mango, limón, jamaica, nanche, carambolo y algunas especies forestales como la teca.
En Nayarit, existen regiones con las condiciones favorables para el establecimiento de la plaga las cuales abarcan una extensión de 24,509 hectáreas con cultivos susceptibles a ser infestados por cochinilla rosada, por diversos factores como es la movilización de material vegetal, foresis, huracanes y viento.
Realizar el manejo integrado de la cochinilla rosada del hibisco (Maconellicoccus hirsutus) en 1,350 hectáreas de los municipios de Bahía de Banderas, Compostela, San Blas, Santiago Ixcuintla, Tepic, Xalisco y Ruiz para coadyuvar en la protección de 24,509 hectáreas de zonas agrícolas comerciales con hospederos potenciales, en el estado de Nayarit.
Exploración. Consistirá en recorridos y observación de hospedantes en áreas donde no se ha reportado la presencia de la plaga, en búsqueda de daños típicos provocados por cochinilla rosada, para el caso de las áreas urbanas y comerciales estos sitios deberán cambiarse por un periodo de 3 a 4 meses con la finalidad de tener un panorama general de la zona.
Muestreo. Esta acción se realizará en función de la etapa fenológica en la que se encuentre el hospedante, la cual definirá el tipo de órgano vegetal a muestrear, acción que permitirá determinar la densidad poblacional y los niveles de infestación de la plaga.
Control químico. Consistirá en la aplicación de insecticidas en áreas agrícolas y urbanas después de realizar el control cultural o bien cuando sea necesario, cuidando que además de la planta, se aplique en el lugar donde se realizó el control cultural, incluyendo el suelo. Con fines de supresión de la plaga en sitios donde sea posible, se podrán hacer aplicaciones sistémicas y al follaje de plaguicidas.